La semana pasada estuve en Chicago, la tercera ciudad con
mayor número de habitantes en Estados Unidos. No comienzo mi nota con ese dato
por casualidad. Es que en una ciudad con tanta gente, un teatro del Off decidió
presentar una obra que nos cuenta la realidad de mucha otra gente de la que
nunca se habla, a la que nunca vemos, y de la que seguramente nunca llegaríamos
a saber, de no ser por la magnífica representación de una actriz argentina
llamada Cruz González - Cadel , que acompañada (y por
momentos fuertemente sostenida) por el actor Chris Chmelik, nos hace temblar a
corazón abierto sumergiéndonos en lo más hondo de la vida de una mujer llamada
Lela.
El canto es un modo genuino de desnudar nuestras almas, será
por eso que cuando Lela comienza a cantar y es interrumpida constantemente por
una voz masculina omnipresente… se establece el conflicto y se acrecienta la
impotencia.
Una nena que se convierte en mujer literalmente a los
golpes frente a nuestros ojos.
En una puesta valiente de Robin Witt, los espectadores
comenzamos a ver la obra cómodamente sentados ante unas pintorescas mesitas, con velas románticas en el centro,
sillones y marcos sin cuadro, dignos del bar más pituco de Palermo. Un minúsculo
escenario al centro, puede darnos el indicio de que esta obra de teatro, casi
monólogo, transcurrirá ahí. ¡Sorpresa! No es así. La vida no es así. Lela nos
rodea, con su presencia, con su voz, con su mirada penetrante. Nos obliga a
movernos para mirarla, a seguirla, hasta que nuestros corazones se estrujen con
su relato y de pronto nos reímos con sus comentarios divertidos. Porque los
tiene. Lela es una mujer esperanzada, soñadora, obstinada, que no pierde
el humor, la inocencia y la confianza en el futuro. Es una mezcla de leona hambrienta
y gatito indefenso a través de la cual la jovencísima autora Cordelia Lynn pone
en su texto extraordinariamente llevadero, creíble, profundo, y con un gran
sentido del humor, una mirada crítica sobre la guerra, la violencia del patriarcado y el capitalismo
y esta realidad que aqueja a mujeres de diferentes partes del mundo, incluso
más cerca de lo que muchos podemos o queremos creer.
Muchas de ellas nunca llegan a contar sus historias, no
tienen la oportunidad ni los medios, las desborda el miedo, o simple y terriblemente
no encuentran a quien quiera oírlas.
Lela es una de esas mujeres. Es todas esas mujeres. Y
nosotros, espectadores, somos esos que sabemos que Lela está ahí. La vemos, nos
rodea, está cerca, está lejos, pero no hacemos nada para detener su calvario.
Estamos cómodamente sentados en nuestras sillas bonitas, en el camaleónico Steep
Theatre de Chicago, y como en el mundo real, seguimos en nuestro rol de
espectador, conmovidos, si, pero escudados en nuestro “a mí no me va a tocar”.
Tan creíble es la actuación de Cruz González – Cadel,
tan llena de verdad, que por momentos deseamos que se suba de una vez a esa
pequeña plataforma y actúe allí recordándonos que es teatro lo que estamos
viendo. “¡Por favor, actuá!” le hubiera gritado en un momento. Cuando ya no
quería sentir más ternura y compasión por ella. Era eso o correr a abrazarla.
Pero aguanté, y cuando llegó el momento de verla en la plataforma, no fue para
nada tranquilizador. Nos sorprendió de
pronto un tsunami de sentimientos que no vimos venir y arrasó con la sala
entera. Estábamos de pronto, de algún modo todos juntos en esa pequeña plataforma.
(
Destaco como gran soporte de la
puesta, el diseño de sonido impecable, que crece gradualmente y aumenta la
mezcla de fantasía y realidad propuestas).
No quiero contarles más sobre la historia, porque tengo
la esperanza de que algún productor tenga la inteligencia de traer esta puesta
a la Argentina.
Basada en una historia real, lamentablemente en muchas
historias reales, Lela & Co. , siendo
un retrato vehemente la injusticia, la violencia, la soledad, la misoginia y la
trata de personas, es una historia inexplicablemente
divertida y apasionante, que nos hace pensar y sentir.
Atribuyo a la gran calidad artística que compone esta
puesta en todos los rubros, el que la angustia no perdure al salir de la sala,
sino que, sin perder la conciencia y el mensaje que nos ofrece, nos deja también la sensación de haber visto
una hermosa pieza de arte y la esperanza de que por medio de ella, muchas voces
dejen de estar silenciadas.
Todo el teatro en un solo programa de radio. En su 5° año al aire ininterrumpido en
Radio Sentidos. Todos los jueves de 18 a 19.
Elenco: Cruz Gonzalez-Cadel y Chris Chmelik
Director - Robin Witt
Stage Manager - Lauren
Lassus
Diseño de escenografía -
Joe Schermoly
Diseño de Iluminación -
Brandon Wardell
Diseño de sonido - Thomas
Dixon
Diseño de vestuario -
Jessica Kuehnau Wardell
Diseño de utilería - María
DeFabo
Coreografía de Lucha -
Christina Gorman
Dramaturgia - Carina
Abbaticchio
Directores Adjuntos -
Michael Rogerson & Isabel Perry
Jefe de Producción - Julia
Siple
Podés saber más de la obra en: http://steeptheatre.com/lela/